sábado, 11 de septiembre de 2010

En lo más alto....la recompensa

Este año puedo afimar que no han acabado las vacaciones, aún estoy en ellas, aunque los madrugones, la rutina del trabajo, los coches, todo mi alrededor, se empeñe en demostrarme lo contrario.

Estas vacaciones han sido reveladoras en muchos sentidos, se han cumplido frases siempre escuchadas pero no creidas del todo, hasta ahora... Frases como "cuando menos te lo esperes" o "cuanto menos planees mejor" he visto que son ciertas 100%. Y en fin, que desde las segundas vacaciones donde el contacto con la naturaleza ha sido total y de verdad, donde la amistad ha vuelto a recordarme su importancia y su peso, donde el reencuentro conmigo misma ha sido un placer, por fin, por fin puedo decir que me siento plena.

Ya vislumbré en nuestro encuentro que eras fuente de paz, de tranquilidad, de sosiego...Ya adiviné que nunca más querría mirar hacia otro lado que no fuera a donde fueran tus pasos.
Y desde entonces, sigo ahí, en esa imagen adherida a mi mente y a mi corazón, en esa sensación de fin de la búsqueda, en esa sensación de estar elevada de la tierra para poder caminar de ahora en adelante descalza hacia cualquier lugar, hacia el lugar que tú decidas, porque ahora ya no hay otro destino.

Todo me recuerda al bello lago que nace en lo más alto y nos reta a visitarlo poniendo obstáculos por el camino, haciendo el recorrido agotador y con tentaciones a veces de abandonar. Pero la satisfacción de llegar, de conseguir el objetivo fijado sin abandonar ni soltar por el camino pesos de nuestra mochila,  llegar con nuestra esencia a la cumbre, tiene una recompensa grande, la que tenemos ahora...